domingo, 15 de marzo de 2015


Por qué ser profesor y por qué de Geografía 

La primera pregunta que debemos responder es: ¿por qué ser profesor? Ser profesor implica ser un humanista y disfrutar del trato con personas, particularmente con niños y jóvenes. Las relaciones cognitivas y afectivas que establece en la escuela hacen de él un profesional de la educación que tiene como principal compromiso la formación integral de sus alumnos. Sin embargo, los profesores que imparten Geografía en la primaria, la enseñan como una asignatura más que forma parte del currículo escolar, donde las matemáticas, el español, la historia, las ciencias y demás asignaturas, comparten su interés y tiempo, de meritando el que dedican a la geografía. Así es desde su formación inicial en la escuela normal, donde sólo reciben dos cursos de Geografía y su enseñanza, lo que incide en la falta de formación geográfica. La segunda pregunta es: ¿por qué elegir ser profesor de Geografía? Una respuesta provisional y no acabada tiene que ver con el interés por la naturaleza y las acciones de los seres humanos; en estas relaciones de la sociedad y la naturaleza es donde se encuentra la explicación primigenia e integradora que lleva al docente a entender el espacio y el tiempo en las particularidades de un mundo cambiante que se muestra como totalidad compleja, y es digno de ser estudiado. Al profesor de Geografía le son significativos los procesos naturales y humanos que se llevan a cabo en el espacio geográfico. En la posibilidad de mostrar los cambios, las relaciones y las expresiones entre unos y otros procesos se encuentra el sentido y la justificación de su trabajo como docente.
La identidad profesional de los maestros que enseñan Geografía está formada por aspectos como la necesidad de reflexionar sobre la inserción en un campo profesional desde el origen social, la condición de género, las expectativas y concepciones en torno a la escolaridad, el tránsito por la formación y la trayectoria en el ejercicio de la profesión, hasta las opciones de futuro elaboradas desde el presente.

Los perfiles profesionales

De acuerdo con los datos de ANUIES 2008 (SEP, 2009), la formación de profesores en México sólo constituye 5.4% de la población de educación superior, lo que origina que parte de los profesionistas universitarios ocupen los espacios escolares que no se cubren con profesores normalistas. Según datos de DGESPE (2009), existen 492 escuelas normales, de las cuales 297 (61%) son públicas y 193 (39%) privadas, y sólo 32% ofrecen la formación de profesores de secundaria. Este porcentaje de escuelas normales ha descendido su matrícula alrededor de 50% en los últimos 10 años, y no precisamente por deserción o reprobación, ya que sólo 3% de los alumnos inscritos en ellas no terminan sus estudios.
Los datos de 2004 de la SEP, se puede estimar que dos tercios del total de los profesores de Geografía en servicio han egresado de las escuelas normales, en tanto que un tercio lo hizo de otras instituciones, en su mayoría de universidades. Esta condición repercute para la incorporación al trabajo docente y a la construcción de la identidad profesional, donde los normalistas casi en su totalidad se dedican a la docencia, alternándola con otras actividades económicas no profesionales, y los universitarios se dedican a la docencia y a actividades propias de sus profesiones. Del total de profesores normalistas, 63% tienen como grado máximo de estudios la educación normal, 20% estudios de otras licenciaturas, 10% ambas formaciones y sólo 13% ha cursado algún posgrado. Sólo 10% de los profesores de secundarias generales y 5% de los de secundarias técnicas tienen la formación normalista en la especialidad de geografía (SEP, 2004). Con datos de 2009 de SEP, se aprecia que 53% de los profesores que enseñan Geografía en secundaria, egresaron de la escuela normal, 32% de universidad, 7% del instituto y de 8% no se tienen datos. 
Los perfiles deben orientarse hacia el desarrollo de los elementos teóricos, metodológicos e instrumentales que exige la educación actualmente, así como al reconocimiento de las habilidades intelectuales y al desarrollo de actitudes y valores que permitan la formación de docentes con una actuación autónoma en una diversidad de ambientes y comunidades de aprendizaje.



Las trayectorias en el aula
La trayectoria es el tránsito del maestro desde su formación hasta las prácticas laborales en las que ha intervenido empleando los saberes especializados, producto de su formación y de los intereses y contextos sociales e institucionales de su acción profesional. Se reconoce como trayectoria laboral de los profesores todas las situaciones que se suscitan en el desarrollo de su trabajo docente, donde la forma de tener acceso al empleo, el ingreso económico promedio y los años de servicio son importantes. Sin dejar de valorar su compromiso, actitud, profesionalismo y dedicación observados durante su desempeño laboral.

El ingreso al servicio docente, según los profesores, debe hacerse mediante el establecimiento de una normatividad rigurosa, con la realización de concursos de oposición, la definición de perfiles profesionales específicos y la garantía de imparcialidad en los procesos de ingreso. Esto es difícil de lograr debido a las condiciones cambiantes de la oferta y la demanda de empleo docente en el país.
Particularmente, los profesores de Geografía afirman que 80% tiene empleo de base, 8% cuenta con interinato limitado, 7% con interinato ilimitado y de 5% no se tienen datos (SEP, 2009).

Las competencias docentes

Las competencias son los saberes que movilizan los profesores para realizar acciones en situaciones concretas de su trabajo docente. Estas competencias profesionales se centran en el uso interactivo de materiales de enseñanza, en la búsqueda, reflexión y análisis de información relevante, en procesos de enseñanza y de aprendizaje significativos y en alcanzar concordancia con el entorno cambiante por medio de un pensamiento crítico y científico y la cooperación en grupos de trabajo a partir de una sólida cultura individual (Zabalza, 2007). Las competencias docentes pueden asociarse a varias perspectivas; una de ellas es la racionalidad técnica de la filosofía positivista, la cual postula que los profesionales resuelven problemas instrumentales bien estructurados mediante la aplicación rigurosa de las teorías y técnicas que se derivan del conocimiento científico. Sin embargo, los problemas que enfrentan los profesionales en situaciones reales se ubican en lo que Schön denomina las zonas indeterminadas de la práctica, que se caracterizan por la incertidumbre, la singularidad y el conflicto de valores

Cuáles son los principales retos
De acuerdo con el paradigma sociocultural que se promueve en la enseñanza de la Geografía, las actividades docentes se fortalecen en el marco de un proceso de reflexión compartido mediante el diálogo permanente y los retos planteados en el trabajo colaborativo, que impone un pensamiento crítico, creativo e innovador. Los profesores de Geografía deben ser protagonistas en la generación, uso y transferencia de la información y el conocimiento, deben promover el trabajo inter y multidisciplinario, el desarrollo de nuevas estrategias de enseñanza y de aprendizaje, ser capaces de articular la teoría con la práctica y de contar con la habilidad de establecer relaciones transversales con las asignaturas del currículo escolar. Los profesores de Geografía al realizar su trabajo en un contexto espaciotiempo concreto, con alumnos cuyo desarrollo y cultura expresan un conocimiento socialmente validado, con aprendizajes situados que tienen significado a partir de sus prácticas docentes, pueden investigar sobre los procesos mediados en la constante relación con sus alumnos; es decir, reflexionar de manera sistemática y permanente sobre lo que hacen, cómo lo hacen, para qué lo hacen, por qué lo hacen, con qué lo hacen y con quiénes lo hacen.

Los docentes asumen que en el presente y futuro de la enseñanza de la Geografía es fundamental que los alumnos construyan su conocimiento, resuelvan situaciones problemáticas, participen y comenten sus opiniones en grupo; que los docentes sean facilitadores y guías para los alumnos; que favorezcan un ambiente afectivo de confianza y participación; que planeen y evalúen con base en el enfoque de la asignatura los aprendizajes esperados y las orientaciones didácticas; que trabajen en situaciones reales y cotidianas de los alumnos en su contexto; que los alumnos investiguen; que utilicen diferentes recursos didácticos, entre ellos las TIC (Pagès, 2009). La geografía como ciencia de relaciones espaciales no debe enseñarse desde la visión clásica que la divide a partir del estudio de la naturaleza y de los seres humanos, son sus múltiples interacciones y determinaciones que hacen propicio estudiarla desde el concepto de totalidad, es decir, como una ciencia holística que tiene su mejor expresión en el análisis integral del espacio geográfico. Es necesario planear y diseñar actividades didácticas con el enfoque de la asignatura, propiciar que los alumnos investiguen y aborden los contenidos de forma atractiva, hagan adecuaciones según las necesidades del grupo, favorezcan el trabajo en equipo, vinculen los contenidos con otras asignaturas, desarrollen el trabajo por proyectos, realicen con sus compañeros las actividades propuestas, entre otras actividades significativas y pertinentes en la construcción de su aprendizaje.

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